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domingo 24 noviembre 2024

Entrevista a Tomás Zamora. En Campoamor, el mundo se detiene

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Toda una vida en Campoamor rodeado de sus hijos. Ahora, la algarabía la montan sus siete nietos. Una buena tropa, dice. Tomás Zamora ejerce de empresario aún. En su día fue uno de los socios fundadores de la empresa Pecrés y estuvo ocho años al frente de la CROEM. También es uno de los fundadores de Proyecto Hombre.

Prefiere la palabra objetivo a sueño; pensar a que le den «papilla». Satisfecho su vida y su matrimonio feliz. Asegura que la contabilidad sólo es buena para los negocios, no para la pareja. Para Zamora, Campoamor es su Getsemaní. El lugar donde se siente libre.

 

¿Cuánto tiempo veraneando en Campoamor?

Cerca de 50 años. Me encanta este lugar. Empezamos con un pisito pequeño, luego pasamos al dúplex hasta que por fin compré la parcela en la Rambla del Rubio. Aquí celebramos muchas navidades y por supuesto el verano. En Campoamor me siento libre. Si quiero soledad, la tengo, si quiero compañía, también

¿Y qué prefiere hacer en su tiempo libre por aquí?

Pasear me encanta. Tanto si caminas hacia la Torre o hacia La Zenia, el paisaje y la tranquilidad son preciosos. Para leer tengo un sillón, pongo en un montón los libros que me quiero leer y en otro, los que ya me he terminado. Y, además, hay tranquilidad. A la hora de la siesta parece que el mundo se para.

¿Y ha pensado en vivir en Campoamor todo el año?

Lo tenemos fácil. Podríamos estar viviendo en Campoamor y trabajando en Murcia. Sería una gozada…si logro convencer a mi mujer (risas). Campoamor te da la posibilidad de disfrutar de todo lo bueno de Alicante y de todo lo bueno de Murcia. Campoamor no hace falta venderlo. Incluso los edificios altos que alguna gente crítica yo creo que también tienen su encanto y permite que cada cual tenga un trocito de mar y que la gente no se agobie.

¿Algún recuerdo especial en Campoamor?

Los momentos de encuentro con toda la familia. Uno nunca puede creer que pueda querer a alguien más en el mundo que a la mujer y a los hijos. Pero en los nietos encuentras una realización especial

¿Por qué se hizo empresario?

Por necesidad. Yo procedo de una familia humilde e hice de todo para ayudar a la economía de la familia, pues mi madre se quedó viuda con cinco hijos pequeños. Empecé de mecanógrafo a los once años; Yo hacía apuntes para estudiantes. En aquella época no había fotocopiadoras y usar una multicopista era una odisea.

¿Y qué estudió?

Elegí el camino más rápido para encontrar una colocación cuanto antes, así que con 16 años hice oficial industrial que era el camino más corto para ser perito industrial. Mi primer trabajo oficial fue de profesor en la escuela de San Jerónimo. Pero ya tenía mucha inquietud empresarial y ahí fui creando pequeñas empresas; hacía los proyectos, la contabilidad. En ese momento me llamó Antonio Pérez Crespo y fundamos PECRÉS junto a Ángela Payá.

Los ascensores sin duda son un servicio necesario

Y era un sector donde todo estaba por hacer. Había mucho cartel de no funciona en esa época. Me gustaba PECRÉS porque la empresa tenía su vida propia, tú no eras el dueño en absoluto; son muchas personas las que ponen a vida en ese proyecto.

¿Qué es lo más importante de una empresa?

Lo que necesita es un líder que la conduzca pero que no sea tan imbécil de creerse que imprescindible. Tiene que hacer que los demás sientan que comparten ese liderazgo, que son ellos los protagonistas. Había un equipo conmigo fenomenal, tanto es así que defendí a muerte integrarlos como accionistas de la empresa. Hasta hicimos algunos experimentos como un consejo asesor de dirección. En aquel entonces tratamos de tomar los acuerdos por consenso. Nunca hicimos valer las mayorías.

También estuvo en el Consejo Social de la Universidad de Murcia

Es uno de los cometidos en los que me he sentido muy satisfecho. En aquel momento era muy importante hacer una transferencia real entre empresa y universidad y creo que lo hicimos.

¿Por qué nace Proyecto Hombre?

¿Tú crees la vida tiene sentido si sólo buscas como resultado el dinero y el poder? Yo no soy nada listo, pero creo que hay que ser muy imbécil para luchar toda una vida sólo con esos objetivos. En estos momentos le dedico más tiempo a Proyecto Hombre que antes pero nunca le he dedicado el tiempo que me sobraba, sino el tiempo que me faltaba.

No creo que sea usted nada tonto

Simplemente he tenido la habilidad de ver algunas necesidades en un momento dado y actuar en consecuencia. A mi me inspira mucho la fe cristiana y como la tengo, no puedo hacer otra cosa.

Y nunca ha pensado ¿Qué necesidad tengo yo de meterme en estos líos?

Comprendo que me metí en muchos líos pero también que he vivido momentos importantes.

El líder es un coleccionista de sueños, dice Redenbach ¿Qué le parece?

A mi me molesta que lo que es conseguible se le llame sueño. Yo prefiero la palabra objetivo. Un objetivo rentable y conseguible me gusta más. Si te desvías del objetivo tienes que ver por qué lo haces. En definitiva, la voluntad y el tesón de una persona es lo que hace que se mueva el mundo

Imagino que soñar, implica también ponerse en marcha. Una persona inquieta siempre tendrá objetivos marcados y sueños por cumplir

El mío ahora es aprender y aprender y contestar a muchas de las incógnitas que tengo planteadas

¿Cómo cuales? Cuénteme algo personal

Es que ya esto es mucha desnudez

Es que, si no, esto no interesa, ya sabe

Por ejemplo, en la fe, en la historia; en muchas cosas.

¿La religión?

La religión tiene su parte de apasionamiento; yo me estoy leyendo todo de la Reforma, Contrarreforma y el Concilio Vaticano II. Siento que tengo unos vacíos impresionantes en conceptos de filosofía y que quisiera llenar.

Suena trascendental

Yo no me puedo focalizar solamente en que tengo una empresa y llenar la vida con eso. La vida de una persona es demasiado rica como para dedicarla exclusivamente a una empresa. Eso es un disparate.

Quizá también hemos cambiado la mentalidad. Hemos pasado de la cultura de la posguerra donde el trabajo era fundamental a la cultura del ocio

En estos días lo que me aterra es la gente cuya única salida es ver televisión y no tocar un libro, no leer y no elegir lo que quieres hacer. Hasta el hecho de elegir en televisión es más sencillo. Elegir un libro, por ejemplo, lleva más tiempo. Por suerte, ya no los queman. Hay que aprovecharse

¿Lo malo de triunfar?

Que algunos crean que el éxito es patente de corso para triunfar en todas las áreas de la vida o en otra empresa

¿Es optimista respecto a cómo está montada la sociedad?

Soy optimista, pero me preocupa que se está limitando mucho la facultad de pensar de las personas. Se simplifica cualquier asunto o problema a dos líneas.

El eslogan más corto con el mayor de los mensajes

La concrección no es mala pero a la persona se le da papilla para que se la coma y no piense. Ese es el problema.

Cuando te dan una papilla te pierdes la textura de la comida, te pierdes los detalles

Lo peor no es eso es que también te eligen los ingredientes, en qué proporción y en qué forma. Si no eliges, no decides, te meten goles en la cabeza. Hay que tener libertad para elegir

Pero ¿hasta qué punto somos libres? ¿Erich Frohm escribió aquello del «Miedo a la libertad»?

Creo que la oferta que tenemos es increíble si la comparamos con otras épocas. Me inquieta la falta de solidaridad.  El no sentir con la gente que sufre. Aunque esto es hablar por no callar. Nunca hemos tenido más organismos dedicados a la paz que ahora. Ahora no tenemos grandes guerras pero tenemos gente muriendo a racimos, maltratada y el resto del mundo en nuestras casas muy cómodas

Hay una polaridad. Gente que se implica mucho y el resto que lo miramos desde lejos

Está muy bien cuidar a los animalitos, pero también hay que cuidar a las personas. El Papa nos da una lección de por dónde van los tiros. Creo que falta ese amor al prójimo

Le puedo hacer una pregunta personal ¿Es feliz en su matrimonio?

Pepita y yo vamos a cumplir hacer 50 años y la verdad es que sí, es una suerte. Vengo de una época muy distinta a la actual Imagínate que hace muchos años en Jueves Santo los vehículos se paraban. Hace muchos años el cura me decía: “Tomás, sólo es amor cuando se envejece juntos”. Y la verdad es que ahí le tengo que dar la razón. Pero claro, cuando te lo dicen con catorce años, no sabes muy bien qué pensar,

Eso sí, ahora es cuando estoy demostrando y descubriendo el amor, ahora. Tú mismo te sorprendes. Te das cuenta que es algo distinto a lo que sentías al principio.  Ya no le das importancia a algún defecto. Lo tapas. Porque la quieres, porque hay amor.

Algunos dicen que lo que sucede es que quieres al otro a pesar de sus defectos

La sensación que yo veo ahora —y me puedo equivocar— es que podemos amar a las personas que tenemos cerca. Y si a pesar de tenerlos cerca no los hacemos felices pues eso no puede salir bien. Veo que los matrimonios de ahora llevan una contabilidad de lo que hace uno y el otro y eso no es así. La contabilidad sólo es buena para los negocios, no para la pareja.

Pues es una hermosura lo del matrimonio feliz. Lo sabe ¿no?

(sonríe) pues sí, una hermosura porque soportar una situación que no sea algo así, es muy triste.

 

Artículo de colaboración de Lola Gracia para Campoamor.com

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