El pasado fin de semana, las costas mediterráneas de Campoamor y su entorno fueron testigo de un curioso y potencialmente peligroso suceso que ha generado gran interés en los medios de comunicación. Un torpedo de ejercicios, lanzado por la Armada Española durante unas maniobras militares en aguas de Cartagena, acabó flotando a la deriva durante varios días, recorriendo una larga distancia y pasando cerca de las costas de Campoamor y otras zonas de la provincia de Alicante y Murcia antes de ser finalmente encontrado cerca de la isla de Tabarca.
Un torpedo sin explosivos, pero con riesgo
El torpedo en cuestión, un modelo MK-46 utilizado por varios países de la OTAN, es un proyectil antisubmarino que se puede lanzar tanto desde buques como desde aeronaves. En este caso, el proyectil era completamente inerte, ya que se trataba de una versión de entrenamiento, lo que significa que no llevaba carga explosiva. Sin embargo, el tamaño del torpedo era suficiente para que, en caso de haber colisionado con alguna de las numerosas embarcaciones que surcan las aguas de la región, el incidente podría haber causado graves daños.
Según informó la Comandancia Naval, el pasado 8 de octubre se llevaron a cabo maniobras en una zona habilitada para ejercicios en aguas de Cartagena. Aunque se emitieron los avisos pertinentes a los navegantes, el torpedo de ejercicios no fue recuperado tras su lanzamiento, a pesar de los esfuerzos de búsqueda por parte de las unidades navales y aéreas. La operación de recuperación se extendió durante 16 horas, pero las malas condiciones meteorológicas obligaron a suspenderla sin éxito.
Una travesía imprevista por las costas de Campoamor
A partir de ese momento, el torpedo comenzó su viaje a la deriva, empujado por las corrientes marinas. Recorrió las costas de San Pedro del Pinatar, Pilar de la Horadada, Campoamor y Torrevieja, áreas donde la actividad náutica es intensa, especialmente durante los fines de semana. Cientos de embarcaciones, desde veleros, barcos pesqueros hasta yates de recreo, navegan estas aguas, lo que incrementó el riesgo de una colisión con este proyectil flotante.
Finalmente, el torpedo fue descubierto por unos pescadores el pasado sábado, mientras faenaban en aguas cercanas a la isla de Tabarca. Los pescadores, preocupados por el peligro que representaba el proyectil, lo engancharon y lo remolcaron hasta la orilla para evitar cualquier accidente. Afortunadamente, la rápida intervención de estos marineros evitó una posible tragedia.
La Armada explica la situación
Tras el hallazgo, la Armada Española emitió un comunicado explicando que el torpedo MK-46 empleado durante las maniobras es un modelo de ejercicio, inerte y sin carga explosiva, por lo que no representaba un riesgo directo para la navegación. Sin embargo, debido a su tamaño y peso, una colisión con cualquier embarcación podría haber provocado serios daños materiales y poner en peligro la seguridad de las personas a bordo.
La Armada añadió que, tras el lanzamiento del torpedo, se activó un dispositivo de búsqueda en la zona del ejercicio, pero las inclemencias del tiempo complicaron las labores de recuperación, lo que permitió que el torpedo comenzara su recorrido imprevisto.
Afortunadamente, esta historia tuvo un final sin incidentes graves, pero sirve como recordatorio de la importancia de la seguridad en nuestras aguas, tanto para quienes disfrutan de la navegación recreativa como para los profesionales del mar. En Campoamor y sus alrededores, donde el turismo y la vida marítima son parte esencial del día a día, sucesos como este nos hacen reflexionar sobre lo imprevisible del mar y la necesidad de mantenernos siempre alerta.
Nos vemos en Campoamor