La luz, el color y la emoción se dieron cita el pasado fin de semana en Casa Alfonso, en el corazón de Campoamor, con la inauguración de la exposición de Manuel Pérez, un artista que no solo pinta, sino que hace vibrar los sentimientos a través del color. Esta muestra, organizada por Alfonso García, alma de Casa Alfonso, forma parte del compromiso del espacio con la cultura y el arte.
La exposición, titulada La poética del color, es una invitación a disfrutar, a sentir y a dejarse llevar por la alegría que transmite la obra de Manuel Pérez. Entrevistamos a los dos protagonistas en la misma inauguración, rodeados de jardines y de una luz mediterránea que parece hablar el mismo lenguaje que las pinturas expuestas.
Una admiración que se transforma en arte compartido
Matthias: Alfonso, ¿por qué has traído a Manuel Pérez a Campoamor?
Alfonso: Lo he admirado como artista y como persona. Para mí la vida es color, y Manolo mima el color como pocos. Su pintura hace vibrar los sentimientos.
La pintura como celebración de la vida
Matthias: Manolo, ¿cómo definirías tu pintura?
Manolo: Esta exposición está hecha para gustar. Me recreo en temas de alegría y color. Invita a pasar un buen rato en Casa Alfonso, rodeado de jardines, luz y color. Justo eso es lo que reflejo en mi obra.
Manolo: Son bosques de viajes, de experiencias… cosas que me gustan. Me gusta la vida, la luz. Es una celebración de la vida.
Entre influencias y lenguaje propio
Matthias: ¿Tu arte está influido por otros maestros o nace directamente de ti?
Manolo: Es muy difícil crear algo nuevo de la nada. Me han influido maestros como Picasso, Velázquez o Sorolla… El mundo de la pintura es muy extenso.
Matthias: Algunas de tus obras, especialmente las que tienen agua, nos han recordado a Sorolla.
Manolo: Sí, vibrante. Pero en realidad no hay nada en particular. Lo que hago es interiorizar las experiencias de otros maestros, llevarlas a mi terreno y madurarlas en mi hacer. Así la obra final tiene mi personalidad y mi propio lenguaje.
Tres décadas viviendo del arte
Matthias: ¿Cuántos años llevas viviendo de la pintura?
Manolo: Llevo viviendo de mi pintura treinta años mínimo, pero desde pequeño ya pintaba. A los 11 años estuve en el estudio de mi maestro Dionisio Paje, catedrático de cultura, quien me enseñó el oficio de pintor. Pintar me sale natural, como respirar.
Nos vemos en Campoamor