Las playas llenas, los chiringuitos animados y un clima inmejorable confirman que, en Campoamor, el verano sigue vivo incluso cuando el calendario dice octubre
Después de los días intensos de la DANA, la calma ha vuelto a Dehesa de Campoamor, y lo ha hecho con una belleza aún mayor. El Mediterráneo se despereza brillante, las playas recuperan su ritmo y las terrazas se llenan de conversaciones alegres y brindis bajo un sol que, lejos de retirarse, parece decidido a prolongar el verano. Octubre ha llegado, pero aquí el verano continúa.
Ayer mismo, las imágenes lo decían todo: sombrillas abiertas, familias disfrutando del baño, parejas paseando por la orilla y amigos compartiendo risas en los chiringuitos. El mar, a 25 grados, invita a sumergirse sin prisas, mientras una brisa suave recuerda que estamos en el mes más amable del año, ese en el que Campoamor se muestra en su máximo esplendor.
Los restaurantes como La Barraca y Montepiedra Playa están llenos de vida. No hay el bullicio del agosto frenético, pero sí la alegría serena de quienes saben que han elegido el momento perfecto para disfrutar del paraíso. Los camareros sonríen, los platos salen de la cocina con ese sabor a Mediterráneo que tanto nos gusta, y el ambiente huele a verano, a calma y a felicidad.
Las temperaturas son un regalo: máximas que rondan los 30 ºC y mínimas suaves, en torno a los 20 ºC. Es el equilibrio ideal para disfrutar del mar sin agobios, para caminar, hacer deporte o simplemente sentarse a contemplar el horizonte. En octubre, el sol ilumina sin quemar, el mar brilla sin oleaje y el paisaje se tiñe de una luz dorada que enamora.
Los vecinos de siempre lo saben bien: Campoamor tiene algo especial en esta época del año. Los días son largos, el clima es perfecto y la vida se disfruta sin prisas. Cada rincón invita a quedarse un poco más, a saborear un arroz junto al mar o un café mirando cómo el sol se esconde tras las velas de los barcos.
Y es que no hay mejor decisión que alargar el verano en Campoamor. Aquí, cuando el resto del país empieza a pensar en el otoño, nosotros seguimos en manga corta, disfrutando de baños de mar, paseos por la playa y tardes que se alargan entre risas y amigos.
Las fotografías de estos días lo confirman: Campoamor está más vivo que nunca. La DANA quedó atrás y la naturaleza ha devuelto su mejor versión. Arena limpia, aguas transparentes y un ambiente que invita a quedarse. Octubre nos regala una segunda oportunidad de verano, y quienes la aprovechan saben que están viviendo los meses de gloria.
Campoamor, una vez más, demuestra que es mucho más que un destino de verano: es un estado de ánimo. Un lugar donde el tiempo parece detenerse, donde el mar sigue tibio y donde el sol, generoso, se resiste a marcharse. Porque aquí, en este rincón del Mediterráneo, el verano continúa… incluso en octubre.
Nos vemos en Campoamor
