Este es un artículo que escribimos en mayo de 2017 pero que por desgracia está en plena actualidad debido a la aparición de miles de peces muertos en varias playas, en concreto en se han tenido que cerrar nueve playas Gola, Playa Paraíso, Playa Honda, Caravaning, Mar de Cristal, Islas Menores, Puerto Bello y Cala del Pino y Los Alemanes. Este artículo también publicamos en la revista en papel de ese año (por si alguien quiere comprobarlo).
Han pasado muchos años y por desgracia se ha echado mucho humo al tema, se ha ocultado información mientras la causa principal de lo que le pasa al Mar Menor, la contaminación por nitratos procedente del acuífero somero del Campo de Cartagena continúa, el tiempo deja las cosas donde tienen que estar y este es un ejemplo de ello.
La solución al problema es externa al Mar Menor (no interna) y es real, técnicamente viable y permitiría la compatibilidad de la agricultura con un Mar Menor sano.
Lo que si estamos viviendo es lo que ya pronosticamos en su día y son los cruces de acusaciones, unos acusan a otros y los otros a unos. Al final el Mar Menor se muere.
Aquí os dejamos aquel artículo del que no quitamos ni añadimos ninguna coma.
Artículo ¿Que le pasa al Mar Menor? que escribimos en 2017
El pasado año, en el mes de mayo, saltó la alarma cuando se publicó un vídeo de un grupo ecologista que denunciaba el proceso de eutrofización en el que se encontraba el Mar Menor.
Para que todos nuestros lectores lo entiendan, vamos a empezar a contar brevemente y sin utilizar tecnicismos lo que es la eutrofización. La eutrofización es el proceso de un lago, mar o de un río, normalmente de escasa renovación de agua, que se produce por una aumento desmesurado de nutrientes (nitrógeno y fósforo fundamentalmente). Este aumento de nutrientes produce un desequilibrio ecológico donde aparece una plaga de microalgas que rápidamente se comen el oxígeno disuelto del agua y aquí empieza lo peor, el oxígeno desaparece y aparece la muerte de los seres vivos incluidos las propias algas, el fondo se llena de fango (los propios cadáveres de los organismos muertos), como no hay oxígeno pero si mucha comida aparecen las bacterias anaeróbicas que encuentran en este caldo su hábitat preferido, el resultado es la producción de gases como el metano que produce olor nauseabundo de agua podrida que todos conocemos.
Ejemplos de lagos eutrofizados tenemos muchos pero vamos a poner el ejemplo del Mar Caspio que sufre un proceso de eutrofización producido por el hombre, lo podemos ver en la fotografía de la derecha, donde las escorrentías de los fertilizantes empleados en las explotaciones agrícolas, ha provocado ese terrible crecimiento desproporcionado de materia vegetal que nos ofrece una reconocible mancha verde y marrón síntoma de que pronto se convertirá en una ciénaga inmunda.
Esta eutrofización no ha aparecido en el Mar Menor de un día para otro, se sabe que se está produciendo desde hace más de una década, incluso en el verano de 2015 se podía ver el Mar Menor tintado de un tono verde, todavía tenue, pero sin duda ya era síntoma de la presencia de microalgas.
Pero el problema no acaba aquí, estas microalgas consumen mucho oxígeno y además impiden la entrada de luz al mar. El resultado es la muerte de muchas especies de flora y fauna con lo que el Mar Menor puede entrar en una cadena autodestructiva muy peligrosa, de hecho este invierno, las aguas más profundas del Mar Menor entraron en anoxia durante varios días, aunque este suceso se solucionó gracias a una entrada de aire frío que provocó el intercambio de aguas con las superficiales.
El origen del problema está principalmente en la filtración de fertilizantes utilizados desmesuradamente en el Campo de Cartagena y su llegada al Mar Menor de forma difusa, disueltos en el agua de los acuíferos. También durante este año se ha hablado de cientos de vertidos a la Rambla del Albujón de agua salobre por lo que se han taponado las tuberías que hacían estos vertidos.
Se habla de los filtros verdes como solución fantástica al problema. En verdad los filtros verdes es una solución ecológica al problema de la contaminación de aguas creando humedales que regenerarían esas aguas llenas de nitrógeno y fósforo procedentes del acuífero superficial del Campo de Cartagena. Hay que tener en cuenta que es una solución a muy largo plazo y donde se precisa (si se quiere ser efectiva) una enorme inversión y una enorme cantidad de terreno que recoja todas estas aportaciones del acuífero difuso del Campo de Cartagena.
Pero esta revista no quiere entrar en polémicas o buscar culpables, lo que si queremos es transmitir que estamos muy preocupados y animamos a nuestros representantes políticos para que no tengan miedos en tomar las medidas efectivas, regular el uso de fertilizantes dañinos en la zona del Campo de Cartagena, depurar las aguas y cerrar cualquier vertido ilegal (como obliga la Ley). Sabemos que es difícil ya que afecta a muchos intereses pero no queremos cruces de acusaciones de los que, por desgracia estamos acostumbrados cuando han habido accidente, necesitamos acciones valientes, lo importante es salvar el Mar Menor, que representa uno de los valores ecológicos más importantes de España, fuente de riqueza, de gran potencial turístico y que es la identidad de muchos pueblos ribereños que son vecinos de Campoamor, San javier, San Pedro del Pintar y Los Alcázares.
Pues lo dicho. Lo que escribimos en 2017 está de plena actualidad.
Deseamos lo mejor para el Mar Menor, como hemos dicho, que todo se soluciones aún sabiendo que para ello sea necesario tomar decisiones drásticas y difíciles
Nos vemos en Campoamor