La nacra es un molusco bivalvo de la familia Pinnidae (Pinna nobilis) que se parece mucho al mejillón pero en gigante, llega a alcanzar el metro de longitud aunque su tamaño habitual es de 50 cm, aún así podíamos decir que es enorme.
El problema es que es una especie en peligro de extinción que está siendo aniquilada por una enfermedad. Vive en nuestras costas, en las praderas de posidonia oceánica, pero necesita tranquilidad, algo que no siempre consigue ya que históricamente ha tenido un enemigo cruel, los pescadores de arrastre y aunque la nacra les rompe las redes, ellos son más persistentes y terminan con poblaciones enteras. Otro peligro son las anclas de los barcos de recreo por lo que verás pocas nacras en las zonas donde estos suelen atracar.
Desde hace unos años las poblaciones de nacras que existían muy cerca de Campoamor como son las que habían en el Parque Nacional de Cabrera, bahía de Fornells y el Estany del Peix en Baleares, en la zona protegida de la isla de Tabarca y en el Mar Menor en Murcia, están sufriendo una enfermedad que las está eliminando masivamente, se trata de un parásito, el protozoo Haplosporidium pinnae, que afecta a su sistema digestivo y termina matándolas.
Para salvar a la nacra se ha creado un grupo de trabajo institucional que está formado por representantes del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, la Generalitat de Cataluña, la Generalitat Valenciana, la Región de Murcia, la Junta de Andalucía y el Govern de Illes Balears, y la asistencia de representantes de la Demarcación de Costas de Murcia y de Tarragona, y varios investigadores involucrados en proyectos sobre la especie, según un comunicado del Miteco.
La idea es conseguir un ciclo de reproducción en cautividad que sea exitoso de forma que sea posible cerrar un ciclo de reproducción fuera del peligro del protozoo que las está matando.
No hace falta decir que es un animal protegido por lo que si encuentras alguno no debes tocarlo, no es comestible por lo que tampoco debes tener la tentación de cogerlo para comerlo y aunque sus conchas de nácar se utilizaban como decoración en las casas, también decir que está muy pasado de moda, queda hortera y poco ecológico.
En la actualidad el Ministerio acota la zona en la que se hubieran encontrado nacras para la protección de poblaciones supervivientes y monitoreo de las mismas acompañado de medidas de gestión que aseguren su supervivencia.
Nos quedamos con la idea de que existe una esperanza para las nacras. En el Mar Menor todavía hay poblaciones sanas, en Torrevieja murieron por el protozoo todas las que se conocían. Esperemos que este grupo de trabajo sirva para salvar a las nacras.
Nos vemos en Campoamor.
Puedes leer la noticia de la creación del grupo de trabajo para salvar a las nacras en este enlace.
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Fotografía de Maite Vázquez del Instituto Español de Oceanografía (Descarga del MITECO)