El proyecto de urbanización del último kilómetro virgen de costa del municipio «tiene un claro rechazo social y político» según declaraciones de Carolina Gracia, Alcaldesa de Orihuela, y así es, han habido múltiples manifestaciones con el lema «Salvemos Cala Mosca», pero lo cierto es que la constructora dispone de Declaración de Impacto Ambiental favorable y aprobación del Pleno Municipal (del anterior equipo de Gobierno).
La alcaldesa quiere abrir una mesa de negociación en la que participen la empresa promotora, los grupos políticos con representación municipal y la Generalitat Valenciana, a través de la Dirección General de Medio Natural y Evaluación Ambiental de la Conselleria de Transición Ecológica y la Dirección General de Urbanismo de la Consellería de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad.
La alcaldesa ha comentado “No somos ilusos. Somos conscientes de que quizá haya gente que cuando se comunique esta decisión piense que esto no va a servir para nada, pero lo que no sirve para nada es callarse, es resignarse en una situación como la que tenemos hoy”, “a lo mejor Orihuela sí que tiene cabida para construir 1000, 2000, 3000, 4000 viviendas…, pero quizá no tenga que ser y ojalá que no lo sea, en el último kilómetro virgen que nos queda en Orihuela Costa. Si la constructora está dispuesta a buscar cualquier otra ubicación en nuestro término municipal para acometer esto, se estudiará”.
Parece que la alcaldesa está dispuesta a poner la carne en el asador para que no se construya en Cala Mosca. Esperemos que esta mesa de negociación realmente sea útil y consiga sus objetivos donde todos los participantes se queden satisfechos.
Nos vemos en Campoamor