El 29 de septiembre se celebra la onomástica de San Miguel, San Rafael y San Gabriel (los tres Arcángeles), fecha en la que arranca el veranillo de San Miguel, o Veranillo del membrillo o de los Arcángeles y que se prolonga hasta el 11 de noviembre, coincidiendo con San Martín. Un periodo de aproximadamente mes y medio, en el que las temperaturas de otoño ascienden, el sol vuelve a calentarnos y notamos una mejor climatología, no solamente es reconocido en España, los alemanes le llaman “Altweibersommer” y los americanos “the Indian Summer”.
El veranillo de San Miguel coincide con la época de la recolección de muchas cosechas, de ahí que se pueda oír de los agricultores, decir que han hecho su “San Miguel”, cuando la cosecha es excelente. También es típico en el refranero español el dicho de: “Los frutos de San Miguel, están dulces como la miel». Como nota histórica añadir que, en la Antigua Grecia, el membrillo que se recolectaba se consagraba a la diosa Afrodita, la diosa del amor. Con esas ofrendas a la diosa, se le pedía su buen hacer en el amor y la fecundidad, incluso los recién casados debían comer un membrillo antes de entrar en la habitación nupcial.
Este fenómeno meteorológico al que en la costa blanca estamos más que acostumbrados, se valora muchísimo por nuestros vecinos europeos que acuden como aves migratorias cada año a nuestras playas para disfrutar de unas segundas vacaciones de sol y playa. En nuestra zona se vuelven a alcanzar temperaturas veraniegas de 25º a 30ºC, eso sí, el agua del mar está algo más fría, pero para muchos extranjeros no es un para tanto y el chapuzón se lo dan igualmente.
Los extranjeros no son de tanto membrillo, pero sí de sol y playa, y es justo esto lo que vienen a buscar en estas fechas. Este año vemos muchísima menos gente en la playa por la crisis sanitaria, sin embargo, no hay que olvidar que tenemos una masa de “euro-residentes”, que más que hacer turismo viven aquí durante el invierno, pues lo prefieren a las temperaturas de sus países de origen. Este año no son tantos y la verdad es que se les echa de menos. Los comerciantes de Zenia Boulevard también comentan que las ventas han bajado alrededor del 40%, sostenidas por primera vez más por los españoles que por extranjeros.
Hemos hablado con Olaf, un alemán que compró un minichalet este verano, con nuestra inmobiliaria. En aquel momento solo vino para los tramites de la compra y no pudo disfrutar apenas la casa. Ahora de vuelta dice: “He venido en mi propio coche, porque me da más seguridad que el avión” añadiendo que, si bien se lo había pensado mucho, en si hacer o no este viaje, se decidió porque “no quería dejar de disfrutar unos dias de sol antes del duro invierno”.
También hemos hablado con Barbara, una residente inglesa que está en Campoamor, ya tres años y nos dice: “me vuelvo a Inglaterra por temas de salud, pero no antes de disfrutar de estos últimos días de buen tiempo”.
Bjorn, desde Olso, nos escribe diciendo que “es la primera vez en años que no voy a Campoamor en el veranillo de San Miguel y me da mucha rabia porque en Noruega ya no puedo jugar al golf, ni hacer las rutas en bici, ni caminar por el paseo marítimo”, y añade; “sobre todo echo de menos una terraza con sol, donde tomar su café para desayunar”.
“The Winter is coming” es la frase más repetida en la afamada serie de televisión, Juego de tronos, y viene a decir el invierno se acerca, por ello aprovechemos estos fabulosos dias de sol, que nos brinda la naturaleza.
Nos vemos disfrutando de Campoamor
Matthias Moreno Schmidt
