Lo primero de todo debemos aclarar el titular y es que Jaime El Barbudo sería el primer veraneante (que venía a pasar el verano) a Campoamor (aunque por entonces era la finca de Matamoros) que tengamos referencia escrita y es que Jaime el Barbudo fue un personaje del que se ha escrito mucho.
Jaime el Barbudo fue uno de los bandoleros más famoso de la historia de España, nació en Crevillente un 26 de octubre de 1783. Realmente se llamaba Jaime José Cayetano Alfonso Juan aunque todos lo conocían por Jaime el Barbudo.
La historia de este bandolero se inicia en 1806, año en el que tuvo que huir a las montañas de Crevillente después de tener un encontronazo con otro bandolero de la época, al que llamaban «El Zurdo», bueno, he dicho un encontronazo, lo que realmente pasó es que Jaime lo mató de un trabucazo y claro su banda clamó venganza.
A partir de aquí se inicia su carrera profesional como bandolero. Lo curioso es que fue tan odiado como amado y es que Jaime el Barbudo tenía sus partidarios ya que robaba a los ricos, sobre todo a los de Orihuela, y repartía parte de estas riquezas entre los pobres sobre todo los de la Vega Baja de forma que se aseguraba refugio.
Llegó a ser un héroe y es que luchó contra los franceses en la Guerra de la Independencia aunque como es normal al final de la guerra, Jaime el Barbudo volvería a sus actividades delictivas.
Fue detenido en Murcia en 1824 en una trampa que le organizaron. El resultado fue la horca en la Plaza de Santo Domingo y posteriormente su mutilación para poder exhibir sus miembros por diversos pueblos de Murcia y Alicante.
Volvamos a nuestro relato y es que el historiador Florencio Luis Parreño, en su libro ‘Jaime Alfonso el Barbudo (el más valiente de los bandoleros españoles) nos cuenta que un año, el primo del Marqués de Rafal de Orihuela al que Jaime había salvado la vida anteriormente, le presta una hacienda que tiene entre «Torrevieja y San Pedro del Pinatar, de terreno quebrado y monte bajo». En este libro podemos leer frases como: «Se alojarán en la casa grande, dotada de camas, cubiertos, vajilla», por si no lo habías adivinado se trata de la finca de Matamoros (hoy finca de Campoamor). «Qué bien, «nos bañaremos y correremos por la playa»», «el segundo del Barbudo, comprará diez costales de harina, uno de arroz, embutidos (longaniza fresca y curada, blancos deliciosos), queso, vino, y hueva de mújol que no falte» «Ni el emperador de la China va a estar como nosotros. Nos merecemos treinta o cuarenta días de descanso». «En la hacienda de Matamoros habrá, a disposición de los veraneantes, escopetas, pólvora, balas, perdigones, redes de pesca y una lancha».
Florencio Luis Parreño, en su libro cuenta como era la finca de Matamoros en estos primeros años del siglo XIX, como pasan ese verano cazando y pescando. Cuenta que hicieron monterias en las que llegaron a cazar hasta una veintena de lobos, jabalíes y gatos monteses.
Hoy Jaime el Barbudo dispone de una placa conmemorativa en el Ayuntamiento de Murcia en el que anuncia que fue ahorcado un 5 de julio de 1824. Nosotros nos quedamos con la anécdota y es que es el primer personaje del que tenemos constancia que veraneó en Campoamor.
Nos vemos en Campoamor
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También os dejamos un fantástico vídeo que nos cuenta la historia de Jaime el barbudo.