Ayer, la DANA conocida como Alice descargó con fuerza sobre la costa y el interior del sureste peninsular, provocando precipitaciones intensas y acumulados localmente superiores a los 100 litros por metro cuadrado en algunas comarcas de Alicante y Valencia. En la Vega Baja, localidades como Torrevieja, Pilar de la Horadada y Orihuela sufrieron cortes de calles e inundaciones puntuales hasta la altura de las rodillas.
Afortunadamente, en Campoamor, a pesar de que ha llovido con fuerza, no hemos detectado problemas de gravedad, hemos preguntado al Ayuntamiento, y nos dice que no han habido incidentes significativos, excepto algún corte de calles, alguna rama quebrada y destrozos en playas.
La rambla en Pilar de la Horadada esta noche ha llevado muchísima agua ya que en la cuenca de Sierra de Escalona ha llegado a caer entre 170 y 200 litros por metro cuadrado.
Esta mañana, en el cauce del río Nacimiento se podía ver a unos diez patos nadando tranquilamente entre las corrientes, desplazándose con calma a su ritmo. En la desembocadura, la Playa de la Glea se convirtió en escenario de abundantes gaviotas que recorrían la costa, escudriñando entre los restos arrastrados por el río, en busca de alimento. En los jardines cercanos de La Pradera, las palomas se posaban sobre la tierra húmeda, picoteando insectos recién sacados por la lluvia.
Es como si el paisaje estuviera respirando con nosotros, recuperando el pulso, encontrando su equilibrio tras la lluvia. Estas escenas naturales nos recuerdan que el ecosistema costero sabe reivindicarse.
No es momento de alarmismo, sino de prudencia colectiva. Las lluvias han golpeado fuerte, pero la respuesta ha sido eficaz y coordinada: los servicios municipales y de emergencia han actuado con rapidez. Hoy, el cielo puede ofrecer tregua, y esa pausa nos da aire para reorganizarnos y colaborar.
la alarma no ha terminado por lo que animamos a todos a:
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Evitar zonas de riesgo como ramblas, barrancos y cauces secos que puedan reactivar su caudal repentinamente.
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No estacionar cerca de palmeras o árboles con ramas débiles.
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Dar paseos con calma por el litoral (respetando indicaciones oficiales) y observar la naturaleza: estos días, las aves nos han dado un regalo inesperado que vale la pena celebrar.
Con la calma suficiente, la solidaridad vecinal y el cuidado activo, atravesamos el temporal. Las lluvias traerán desafíos, pero también renovarán el paisaje y fortalecen nuestra conexión con la Dehesa de Campoamor.
Nos vemos en Campoamor
Enlace: calma tensa en la DANA Alice
